Aquel 2020 fue el año del experimento social colectivo más siniestro de la historia.
Encerraron a la mayoría de la población mundial en sus casas por “su bien”.
Y la mayoría de la población, ovejunamente, aceptamos esa faceta dictatorial de los gobiernos con el disfraz de “bien común”.
La mayoría desconoce que detrás de todas esas maniobras gubernamentales había una ingeniería de organismos internacionales supra estatales que estaban muy interesados en encerrar a la gente e implementar un nuevo orden internacional.
Y tendremos que prepararnos porque hay otras “plandemias” en camino.
Y no, no salió cómo querían muchos hombres poderosos. No salió cómo hubiesen querido los hombres y las entidades que pretenden mover los hilos detrás los gobiernos.
Porque al final, el destino lo decide Dios, no aquellos que parecen poderosos.
El sabio Salomón observó:
Porque no es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor.
Porque hay una verdad absoluta que rige el destino de los hombres. EL CIELO GOBIERNA.
Nada de lo que hagamos puede torcer lo que se legisla desde el mundo trascendente y metafísico del cielo.
Quisieron “resetear” el planeta e implementar un nuevo orden social con un sistemático cercenamiento de las libertades. Y no es una teoría de la conspiración, desde Foros como el de Davos quisieron implementar un “gran reseteo”, pero no pudieron.
La verdad es INQUEBRANTABLE: Cristo Gobierna el Reino de los Hombres.
Y todos los reinos humanos y los liderazgos mundiales están bajo la jurisdicción de Aquel que todo lo gobierna y al cual todos tendrán que rendir cuentas: El Supremo Creador.