Nos estamos quedando sin padres

Hace casi 3 años fui papá de Daniela, una de mis 2 pequeñas. Crece y crecen muy rápido, bueno, eso decimos todos los padres. Quiero cuidarlas, protegerlas y darles todo lo mejor para que crezcan sanas y cumplan su propósito.

Pero también puedo ver que hay muchos chicos que están creciendo sin un padre a lado. Hay todo una generación de niños y adolescentes a nivel mundial que están creciendo sin una figura paterna a lado.

Este fenómeno no solo ocurre en Argentina, ocurre a nivel mundial. Los divorcios, las relaciones fugaces, los problemas económicos, el abandono, la cultura de lo rápido y fácil. La cultura de “cristal”, la cultura del “descarte”, la baja tolerancia a la frustración, el individualismo, el egoísmo, son solo algunos de los factores que explican esta situación.

Es una realidad, hombres que no toman responsabilidad por sus hijos, hombres que abandonan a su familia, hombres que tienen el nombre de padres, pero que en realidad no lo son en absoluto.

La realidad es que tendremos en pocos años un enorme porcentaje de niños que crecerán sin sus padres, por una u otra razón.

Un padre, sabemos, provee dirección, amor, corrección y guía. Cuando eso no sucede el niño no tiene un norte moral y sobre todo crece sin el afecto necesario que todo infante precisa para afrontar la vida.

Un gran porcentaje de los hombres que hoy se encuentran en la delincuencia han crecido en hogares totalmente quebrados y disfuncionales. Muchos de ellos han crecido con un padre “ausente”, que vivía en adiciones y no es un mito.

Estamos asistiendo a la disgregación familiar, tal vez, más importante que hayamos visto en la historia de la humanidad. Eso le traerá problemas a todos estos niños que no tienen la figura paterna a lado.. La ausencia de una sana paternidad abrirá las puertas para que los niños vivan apegados a toda clase de ideologías humanistas y abiertamente anticirstianas. Eso explica, en gran parte, el surgimiento del feminismo, de la crisis de paternidad.

Los gobiernos tendrán que lidiar con serios problemas en el futuro. Problemas que hoy ya existen, pero que se irán acrecentando. Porque un niño que crece sin un padre tiene una mayor propensión a caer en vicios, adicciones y en problemas emocionales.

Eso puede redundar en que adicciones como la ludopatía y el apego excesivo a los videojuegos, por ejemplo, sean un serio problema. Y eso ya está empezando a pasar.

El niño precisa del afecto y amor de sus padres. Un niño que crece rodeado de amor, validación y corrección crecerá sin tanta propensión a meterse en adicciones o en los mundos de la delincuencia y afines.

Los vacíos emocionales que genera la falta de afecto paterno puede redundar en otros problemas. Hay que recuperar el valor de la paternidad. Una sociedad sin una paternidad sana producirá hombres subversivos que vivan por fuera de la ley y las buenas costumbres.

Una sociedad sin una paternidad sana dará como resultado hombres sin propósito, sin rumbo. Personas que crecen sin el afecto paterno tienen propensión a vivir inseguras. La falta de una sana paternidad produce, incluso, que muchos niños, con padres a lado, se sientan “huérfanos”.

En tiempos donde el divorcio fácil parece lo más rápido y sencillo. En tiempos donde las redes sociales lo han acaparado todo. En tiempos donde la tecnología se está aprovechando de esos vacíos emocionales producto de la falta de una sana paternidad necesitamos que recuperar el valor de la misma.

El metaverso no tardará en ser masivo, las apps y tecnologías como la IA se están aprovechando de los vacíos emocionales en las nuevas generaciones productos de la falta de una sana paternidad.. Los niños y adolescentes crecerán esclavos de estas tecnologías porque están buscando identidad y validación y muchos de los cerebros detrás de esos inventos lo saben. Es solo una consecuencia de que la sana paternidad escasea.

Porque, también, los hombres que crecen sin un sano afecto paterno y materno son los líderes y jefes que el día de mañana van a maltratar a la gente en sus pestos de trabajo, en las oficinas públicas, en las empresas, en las iglesias.

Una nación se recupera en la medida en las que sus padres crecen sanos, pueden amar y dar afecto a sus familias. Una nación sienta las bases de cimientos sólidos cuando sus padres son fortalecidos y, ellos mismos pueden fortalecer a sus familias.

2 comentarios en “Nos estamos quedando sin padres”

  1. Tremendo tema para visibilizar aún más! Es una problemática social seria. Gracias Omar por escribir sobre esto! Es importante que los hombres y padres, se den cuenta de esto y lo hablen!

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